LA ÉTICA EN LA
PERMACULTURA
La Permacultura es un sistema de diseño para la
creación de medioambientes humanos sostenibles. En un hábitat diseñado según
los principios de la permacultura se aplican éticas y principios de diseño
combinando la vida de los seres humanos de manera respetuosa y beneficiosa con
la de los animales y las plantas, para proveer las necesidades de todos de
forma efectiva. La ética de la permacultura se ocupa de todos los aspectos de
los sistemas medioambientales, comunitarios y económicos. La
clave es la cooperación, no la competición.
En este artículo se desarrolla la
hipótesis de que los 3 Principios de la Ética en PermaCultura: cuidar
la tierra, cuidar las personas y repartir recursos, se
encuentran subyacentes en el cuento Maravilloso a través de la triple implicación:
persona-grupo social-naturaleza. Y que este fue inventado por la Sociedad
Minoica, sociedad matriarcal, pacífica y sumamente evolucionada,
que gobernó durante 4 milenios entregada e integrada por entero
a la Naturaleza.
La Sociedad Minoica: origen del cuento
maravilloso.
“El cuento maravilloso constituye el modelo más perfecto inventado por la
humanidad como tentativa de un texto infinito, que lo diga y que lo explique
todo, en cada tiempo y en cada circunstancia. El cuento popular viene a
significar el eslabón perdido de una cadena que, por un lado nos conduce a los
conflictos fundamentales de la sociedad, a lo largo de toda su historia, y, por
otro, a los conflictos internos de la personalidad, existiendo razones
suficientes para entender que la relación entre ambos aspectos no es
metafórica, sino real. La estructura del cuento popular y muy
especialmente el cuento maravilloso, es de una solidez que ha desafiado el paso
de los siglos y seguirá haciéndolo mientras perviva”. El texto
infinito. Ensayos sobre el cuento popular, Antonio Rodríguez Almodóvar
Iniciamos el viaje en la Civilización
Minoica, donde localizo el origen del cuento maravilloso, surgido como
método de aprendizaje y de toma de consciencia social con la base ética de la
Permacultura como hilo conductor _ los 3 principios de la ética de
la permacultura: cuidar la tierra, cuidar las personas y repartir recursos;
reflejados en la triple implicación del cuento maravilloso: persona-grupo
social-naturaleza_ en una época de matriarcado, ecología y sociedad.
Introducción: enclave
geográfico y evolutivo
Para comenzar, es importante describir el enclave de
la Civilización Minoica: fue una civilización floreciente en Creta (3500 adne)
cuyo predominio e influencia en el mundo Egeo son manifiestos, con una
evolución en la Edad del Bronce muy distinta y propia. Descubridoras
de la agricultura, introdujeron la metalurgia y la utilización de herramientas,
utensilios de piedra y arcilla. Llegaron a poseer una sólida base económica con
una población densa, agricultura y ganadería muy productivas. Crearon una
potente flota (talasocracia) comercial y no guerrera, favorecida tanto por su
situación insular, como por su posición estratégica: ubicada en el centro de la
comunicación marítima entre Asia, Europa y África, sus productos manufacturados
y su escasez de materias primas metálicas. El comercio se veía favorecido por
la fabricación y exportación de productos de lujo en oro, plata, cerámicas y
tejidos. Su sociedad presentaba una fuerte especialización: escribas,
carpinteras, pastoras, agricultoras, escultoras, vidrieras, alfareras,
orfebres, herreras, curtidoras, tejedoras, pintoras, etc..; Descubridoras de la
lengua y la escritura, divisible esta ultima en dos etapas: jeroglífica y silábico
Lineal A, ambas de origen propio.
Es importante resaltar en paralelo los factores
evolutivos que favorecieron al nacimiento del cuento, convergiendo
como si fueran partes de un proyecto común. Por un lado, el determinante papel
que juega la comunicación para la evolución, ya que se
desarrolla en mutuo beneficio del que envía y el que recibe el mensaje. El
descubrimiento de la lengua, surgida para cubrir la necesidad básica de
comunicación oral entre madre e hij@s, supuso un enorme salto cualitativo para
la evolución social de la humanidad.
Por otro lado, cabe destacar que la evolución favorece
a los individuos que poseen la capacidad de la simulación,
aventajando a los individuos que pueden simular el futuro un salto por delante
de los que solo pueden aprender sobre la base del ensayo, ya que la simulación
resulta más rápida y más certera.
La evolución de la capacidad de simular parece haber
tenido su culminación en el conocimiento subjetivo. La
conciencia puede ser considerada como la culminación de una tendencia evolutiva
hacia la emancipación de las personas en su calidad de ejecutivas que toman
decisiones.
Esta psicología natural para predecir que podía a
suceder en el mundo social, fue detectada por la Sociedad Minoica, que
identifico la emancipación individual y colectiva, como factor imprescindible
en la formación del yo, e invento los cuentos y utilizo los mitos para su
puesta en práctica permitiendo así auto-construirse su propia actividad
iniciática.
La investigación sobre las relaciones del cuento, el
inconsciente y los sueños, alumbra lo que serían nexos -imperfectamente
conocidos todavía- entre los procesos de simbolización social que van
depositándose en el inconsciente colectivo a través de los mitos y los cuentos
populares, y la formación del yo.
Distintos estudios realizados sobre los cuentos
maravillosos determinan que la relación entre cuento y lengua, es una
homología, encontrando importantes analogías con otros niveles del
lenguaje –el fonológico- tal vez lograda, por necesidades de la
memoria colectiva o tal vez, porque acaso la estructura de la mente lo requiere
de igual manera, como canon elemental para la comprensión del mundo.
El cerebro humano desarrolló la mente para
experimentar de forma fácil “para l@ usuari@”. La mente es como una máquina
virtual de soporte lógico que simula la ilusión de un procesador en serie “una
cosa-después-de-otra”. Siguiendo este mismo patrón, la forma en cómo se suceden
las funciones en el cuento; La estructura natural del cuento se sucede, gracias
a la función, siguiendo el patrón “en serie” utilizado por la
mente. El cuento facilita el conocimiento de antiguas creencias, ritos,
costumbres, utilizando para ello la función (acción de un personaje
definido desde el punto de vista de su significación en el desarrollo de la
intriga), que actúa como unidad mínima indivisible, de número limitado y cuya
sucesión es siempre idéntica.
Asentamiento de la población
El descubrimiento de la agricultura por la Sociedad
Minoica permitió el paso del nomadismo
al sedentarismo de la población, cada familia poseía una parcela de tierra que
trabajaban para sí mismas. Durante la C. Minoica estuvo vigente una
sociedad matriarcal pacifica, vivían en placidas comunidades sin guerras, la
paz reinante es una de las características más particular, en la que lo
femenino jugaba el principal papel en el mundo social y les llevo a no
fortificar sus asentamientos, ocupando llanuras y lugares abiertos y
desprotegidos alrededor de un edificio central donde se reunían para celebrar
fiestas en las que solicitar a la Diosa Naturaleza que ejerciese su
función de protección sobre los campos, para que produjeran ricas cosechas y
las asegurase contra las inclemencias del tiempo, así como para impartir
justicia y celebrar ferias comerciales. La sensación del palacio Minoico
es la de un laberinto1, se trata de un complejo civil al
servicio de la sociedad, caracterizado por peculiaridades que no se encuentran
en ninguna otra civilización en el mundo: colocación y extensión del espacio
orgánicamente a partir de un área central abierta, un patio, conservando la
forma colectiva de organización social neolítica. El templo del palacio minoico
lo conforman pequeñas dependencias-santuarios que ocupan un lugar marginal
dentro del palacio, reproduciendo y recordando las cavernas, concordando con el
hecho de que los ritos se celebraban en las cuevas.
En este escenario surge el cuento maravilloso, su estructura natural vendría a tratar de
aliviar estas limitaciones psicológicas e históricas sociales en la tentativa
más antigua -y absolutamente presente en todos los pueblos, de explicarse lo
desconocido -la muerte- pero sin perder ni por un momento la relación con lo
real a través de la estructura de la mente, del lenguaje, del Cuento
Maravilloso. Todos los factores importantes demandados por la naturaleza eran
tratados en la sociedad Minoica, de la importancia que supuso para esta civilización
el establecimiento de la exogamia en su sociedad, se hace eco el cuento
maravilloso, que nos relata como preparaban a la población para su iniciación
en las relaciones sexuales y familiares y como se castigaba el incesto en los
ritos de iniciación que realizaban en el palacio.
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1Laberinto, denominación
de origen indoeuropeo, no se sabe si se aplicaba al conjunto del palacio o a
una sala donde se danzaba una compleja danza (del laberinto), parte del ritual
de la Gran Diosa Madre,
también conocida como la Gran Dama del Laberinto, entre la luz y las tinieblas (vida y muerte), cuyos
pasos estaban dibujados en el suelo marcando la dirección del baile
Todos los factores importantes demandados por la
naturaleza eran tratados en la sociedad Minoica, de la importancia que supuso
para esta civilización el establecimiento de la exogamia en su sociedad, se
hace eco el cuento maravilloso, que nos relata como preparaban a la población
para su iniciación en las relaciones sexuales y familiares y como se castigaba
el incesto en los ritos de iniciación que realizaban en el palacio.
Aparece en el mundo un nuevo tipo de
estabilidad, la organización exógama, como tendencia evolucionista hacia una
mayor longevidad de la población. La mujer, altamente gregaria, es consciente
que la fabricación del cuerpo es una empresa cooperativa sumamente intrincada,
tanto entre las personas que la componen (la sociedad), como con el entorno (la
naturaleza). Este modelo de combinación es favorecido por la selección beneficiando a los genes que
cooperan unos con otros. Deja de ser valedero este modelo cuando los individuos
implicados son parientes cercanos —hermanos y hermanas, primos, padres e hijos—
debido a que los parientes comparten una proporción sustancial de sus genes. La
evolución considera el factor de la exogamia de importancia vital para la
especie humana.
Los
tabúes relativos a los incestos testifican el alto grado de conciencia de
parentesco que poseen las personas, subrayando que un incesto entre parientes
próximos no es sólo levemente perjudicial. Es potencialmente catastrófico. El
legado cultural aportado por la población humana sobre la conciencia exógama y
su importancia evolutiva queda reflejado en las costumbres y los rituales
tribales, que subrayan, a menudo, el parentesco. La adoración de los
antepasados se encuentra ampliamente difundida y las obligaciones y lealtades
familiares dominan una gran parte de la vida.
Utilizando en todas las
celebraciones el cuento como eficaz colaborador en la lucha contra el miedo a
la muerte, parte sustancial de esos ritos son los de iniciación de los adolescentes en los secretos de la tribu, y los
del culto a los muertos. Existen otros mensajes codificados en la misma
estructura y referidos al nacimiento de
la sociedad y a su fundamentación, que son la base de los Cuentos
Maravillosos, así como determinados contenidos ideológicos acerca de la familia
y su constitución, que a su vez se vinculan directamente con las relaciones
sexuales, codificadas a través de complejos símbolos. [Se han encontrado que
rituales de la cultura minoica implican la relación del toro (animal de gran
carga sexual, erótica y
fertilizadora)2].
Es preciso añadir que la naturaleza
ideológica de los factores familiares y sexuales, esto es, la relatividad de
tales fundamentos sociales, es precisamente lo que le da vida interna a estos
cuentos, lo que produce su movimiento. En el cuento todo tiene un sentido, más
o menos oculto, más o menos evolucionado a partir de antiguas creencias, ritos,
costumbres, a través de los cuales la humanidad se ha forjado a sí misma
dejando en la tradición oral el testimonio de un camino quizás demasiado largo
para lo poco que lo estimamos.
Todo
ello fue dejando en los cuentos maravillosos huellas imborrables,
particularmente en el plano de las relaciones sociales, susceptibles de ser
analizados como símbolos del inconsciente colectivo.
2 El
popular fresco “Mujer saltando el toro” de la Civilización Minoica se puede ver en monedas de 2€ que circulan en la
actualidad.
Caida del mundo pacifico
El arte minoico se reveló vitalista, curvilíneo,
asomado por entero a la Naturaleza y con un refinado gusto,
totalmente impregnado por el respeto profundo del pueblo por la Naturaleza. La Civilización
Minoica alcanzó tal esplendor que permitió exportar su modo de cultura a todo
el Egeo gracias a sus contactos comerciales, ya que eran poseedoras de una gran
flota comercial.
De este modo, el cuento, actuando como meme cultural, inicio su
expansión por toda la geografía indoeuropea y más allá, llegando a
alcanzar los más lejanos rincones del planeta. Se encuentran versiones y
motivos repartidos por toda la geografía de alcance indoeuropeo, y más allá
incluso, pero guardando y protegiendo celosamente un esquema narrativo de fondo
bastante rígido, en lo cual son cómplices sin saberlo todos los narradores
de esta literatura.
Las
contradicciones históricas que sufren todos los pueblos les llevan a
producir historias y mitos semejantes, tanto más cuanto más próximos estén unos
de otros, como fue el caso de los pueblos indoeuropeos en su amplísima
dispersión geográfica.
El activo comercio de Creta despertó la ambición de
los griegos micénicos, quienes acabaron conquistando la isla con la ayuda de
los luvitas, poseedores de gran fuerza física y escaso intelecto que pudieron
haber llegado a la isla pero que no se impusieron en un principio, sino que se
vieron absorbidos por la cultura Minoica. Se impone la ley del más fuerte.
Comienza la constitución de la sociedad patriarcal y con ella la aparición de
la guerra (1400 adne), época de la que datan las primeras tumbas en las que los
muertos son enterrados con tesoros, esclav@s y concubin@s (posiblemente
enterrad@s viv@s).
El orden ecológico e integrador desaparece fracturando
radicalmente la trayectoria de la humanidad, comienza la historia de los
poseedores y los desposeídos. Pero la estructura del cuento maravilloso había
fraguado, latiendo imparablemente. De esa misma fractura surgió, como sentido
de rebeldía contra un sistema injusto en la distribución de la riqueza, la
formación de la conciencia crítica del pueblo desposeído: la razón, el derecho
y la libertad. La existencia del cuento popular, burlando fronteras
lingüísticas y políticas, era el camino que, en plena turbulencia social, la
humanidad pudo recorrer para dotarse de un discurso explicativo común de lo que
estaba pasando, a modo de terapia para no enloquecer colectivamente. En el
nuevo orden la sociedad es una abstracción donde el individuo tiende a
perderse, nada es si no tiene bienes propios, y toda explicación a cuanto le
sucede se remite a después de la muerte, donde están los dioses poseedores de
la verdad.
El contenido psicológico en los cuentos se induce del
ya mencionado enfrentamiento del individuo con la sociedad, una vez rota la
cadena de la cultura ecológica que lo integraba con su grupo y con la
naturaleza inmediata. Esa lucha revestirá íntimamente multitud de formas, todas
ellas presididas por la necesidad de incorporarse a la sociedad -representada
en primera instancia por el grupo familiar-, sin renunciar a su yo, y
construyendo, a través de los cuentos, su propio camino imaginario.
Surgen los cuentos de costumbres y de animales representando una nueva etapa de
la humanidad.
Cuentos de costumbres:
Los cuentos de costumbres, desarrollan un argumento –muchas veces satírico y
humorístico- dentro de unas determinadas circunstancias históricas y sociales,
proporcionando una imagen crítica de ellas. Entre las costumbres recogidas por
estos cuentos las hay de dos tipos: arcaicas y modernas. El enfrentamiento
entre dichas concepciones arcaicas y modernas y, posteriormente, la no
aceptación por una parte de la sociedad de los nuevos valores instituidos,
configuran la dialéctica del cuento, el motor de sus intrigas y la explicación
a su sentido más profundo. Representan los cuentos de costumbres, en
consecuencia, una fase históricamente más avanzada de la humanidad que la que
representan los cuentos maravillosos.
A pesar de que desde el inicio de la cultura humana la
mujer había ejercido el poder político, y económico, en un momento dado
se la desplazó del ejercicio del poder y de la actividad productiva, se la
relegó a segundo plano y empezó a desempeñar un papel subordinado, se produjo
la implementación de la familia patriarcal y a la vez que la sociedad modificó
sus actitudes pacíficas y emergieron conductas violentas y guerreras.
«Miedo de los hombres al poderío secreto de las
mujeres».
La cultura toda se reorganizó y produjo nuevas
creencias y actitudes, especialmente en los hombres, que veían peligrar su
status. Así surgió la misoginia. Ahí aparecerán los cuentos clasificados en el
ciclo de las «Mujeres difíciles» o «taimadas», según la nomenclatura
internacional.
Hemos de examinar la dimensión erótica del problema
que supuso el culto a la virginidad y la desaparición de las prácticas de
adiestramiento sexual para adolescentes. La práctica sexual queda reservada,
institucionalmente, al matrimonio, generándose así una gran cantidad de
distorsiones psicológicas -incluidas las del seno familiar entre padres e
hijos-, además de instituciones marginales como la prostitución, que vendrá a
prestar nuevos bríos a la cuestión de la honra. Conviene saber, además, que la
línea dinástica de la mujer resultaba de mucha mayor garantía, partiendo de la
garantía máxima que era la doncellez. Esta garantía, basada en la previa de la
virginidad, al mismo tiempo servía al consorte como prueba de legitimidad de su
propia descendencia. Ello requería que la mujer continuara en un régimen de
enclaustramiento y de control, aún después de casada. Su valor como símbolo, no
obstante, se prolonga hasta nuestros días.
En cuanto a los conflictos sociales surgidos alrededor
de la propiedad de la tierra, inevitablemente surgió la clase de los
desheredados, que pronto fue mucho mayor que la de los propietarios. Todos los
cuentos con un protagonista de matiz picaresco o con un claro enfrentamiento
entre los que poseen y los que no, están agrupados en el ciclo de «Pícaros y de
pobres y ricos». La caricatura final de esta dialéctica en todas sus formas
(las de la propiedad y las del sexo, principalmente) motivan los cuentos de
tontos, que resultan los más modernos y los más grotescos, como corresponde a
una visión popular mucho más segura de su disentimiento de un sistema social
que todo se lo concede al que ya lo tiene todo, y todo quiere quitárselo,
incluso la dignidad, al que nada tiene.
Los cuentos de animales,
son aquellos cuentos de tradición oral cuyos protagonistas son principalmente
animales que hablan, sin ser personas metamorfoseadas. Esos animales, tanto
domésticos como salvajes, pertenecen al hábitat humano, y quieren asemejarse en
su comportamiento a los hombres. Los argumentos se deben al móvil principal del
hambre, y la ley que los rige es la ley natural de la supervivencia. Como
ingrediente humorístico habitual poseen la ruptura del tabú escatológico.
Carecen de moraleja o de otras formas de remate sentencioso, salvo que éste
tenga un carácter fundamentalmente humorístico.
La descomposición de los cuentos
La literatura culta bebió siempre de este acervo
popular -nunca al revés-, modificando elementos a su antojo o en consonancia
con los gustos y necesidades de cada época. Los moralistas burgueses, desde
mediados del XIX, sobre todo, han cercenado, silenciado y modificado a placer
lo que la sabiduría popular había ido acumulando pacientemente a lo largo de
siglos, y también transformando con arreglo a sus propias necesidades de cada
etapa histórica. Por eso produce hoy esa sensación tan extraña al etnógrafo el
acercarse a las recopilaciones que, desde los hermanos Grimm -y aún antes,
desde Perrault- circulan por la cultura de élite, como a un algo informe, un verdadero
monstruo que apenas tiene que ver con el conjunto, la variedad y la frescura
del patrimonio cuentístico popular. Lo más grave: que han desaparecido
drásticamente todas aquellas historias que critican o cuestionan las
edificantes versiones «modernizadas» de príncipes y princesas; no digamos los
divertidos cuentos de costumbres rurales donde se vapulea a la institución
matrimonial, a los ricos o a las autoridades políticas. De esos no suele quedar
nada. Peor suerte han corrido todavía los divertidísimos y descarnados cuentos
de animales, arrinconados por las bondadosas fábulas con moraleja.
En los años sesenta del siglo XX, se produce la
degradación y ruptura de la cadena de la transmisión oral, motivada por la
presión de la cultura de masas que ha caracterizado a nuestro tiempo. Por
suerte, también nos ha caracterizado una cada día más firme voluntad de rescate
de señas de identidad, en torno a eso que venimos llamando la cultura ecológica.
No parece sino el último bastión contra las alienaciones del alto consumo, que
a todos quiere igualarnos, cuando en realidad lo que intenta es destruirnos a
todos. Se comprenderá ahora un poco mejor por qué han desaparecido de los
repertorios burgueses incluso los cuentos de animales en los que nada más -y
nada menos- se ejemplifica la cruda realidad de la lucha por la supervivencia
en un mundo más hostil que solidario; donde el orden ecológico e integrador ha
sido sustituido por la arbitraria ley del más fuerte. La burguesía asentándose
como clase dominante en una sociedad terriblemente injusta para la clase
trabajadora, pone en circulación ese mito de doble faz: por un lado, la
libertad creadora del artista; por otro, la autenticidad de las manifestaciones
culturales del pueblo. La distorsión que ambos criterios, verdaderos tabúes de
la cultura oficial, han llevado a cabo en el análisis de las producciones de
arte, en general, y de literatura muy en particular. El artista no es
especialmente consciente de lo que hace, más bien interviene como portavoz y
catalizador del grupo social al que pertenece. El artista es muy consciente de
algunos aspectos de su trabajo, como revelan la cantidad de manuscritos cien
veces corregidos de cientos de escritores, es la significación final, que
depende de la estructura de conjunto, la que a menudo se le escapa (salvo
actitudes hipócritas que suelen darse en artistas mediocres), porque en ella
interviene el colectivo social, actuando secretamente a través del lenguaje.
Junto a esto hay que tener en cuenta también la falta de conciencia y de
lucidez de muchos escritores y artistas sobre cuestiones y problemas concretos
de la sociedad. Cuanto menor sea esta lucidez, más fácilmente se introducirá en
su obra la ideología del grupo dominante. Lo que de ninguna manera pueden
admitirse son los dos extremos, ni la libertad absoluta ni la ceguera absoluta
en la producción cultural. Tan flagrante
contradicción se disfraza algo más durante el XIX, y el XX, cuando se trata de
enjuiciar los dos modos de cultura, el culto y el popular, asignándole al
primero el atributo de la libertad, y al segundo, aquella autenticidad a
la que nos referíamos, que no es sino un eufemismo de ceguera.
La burguesía reparte así los papeles porque lo que de verdad le interesa
defender es su libertad como clase dominante frente al sometimiento del pueblo.
Teniendo en cuenta que la transmisión cultural es
análoga a la transmisión genética en cuanto a que puede dar origen a una forma
de evolución, no debemos dar la espalda a este rico legado, debemos
intentar recuperarlo para enriquecernos y ayudarnos a interpretar un mundo como
el que tod@s deseamos. En este sentido, el colectivo social, hemos de exigir de
la cultura oficial una cultura evolucionada y no sesgada favoreciendo solo a
unos pocos, como la que vienen vendiendo.
Parece existir evidencia de que los actos de
generosidad humana no son necesariamente productos netos de una moralidad de
origen consensual o religioso, sino que pueden tener profundas raíces
biológicas en la información almacenada por miles de años en nuestros genes,
muchas veces sustentadas en mecanismos que operan inconsciente y hasta
automáticamente. Quizás algunos de ellos puedan ser compartidos con otras
especies. Si el comportamiento, tanto el egoísta como el altruista, es el
producto de la interacción de genes y ambiente, habrá individuos genéticamente
más dispuestos a comportamientos altruistas que otros, pero finalmente la
cultura, a través de la educación, tendrán un peso determinante, dando fuerza y
expresando nuestros genes y memes egoístas o potenciando la información
genética de nuestros genes y memes altruistas.
El altruismo infantil
En
un experimento llevado a cabo recientemente por F. Warneken y colaboradores, se
presenta evidencia sobre el desarrollo de la “facultad altruista” en el ser
humano alrededor de los 18 meses de edad. El experimento que llevó a cabo
consistía en situar a niños ante la siguiente escena: el experimentador
realizaba una tarea cotidiana tal como colgar ropa mojada en una cuerda y
dejaba caer accidentalmente una pinza de la ropa. Los niños a partir de los 18
meses, pero no antes, miraban la cara del experimentador que miraba a su vez a
la pinza caída, gateaban rápidamente y tomaban el objeto, poniéndose de pie
torpemente para finalmente entregárselo. Una y otra vez, cuando al
experimentador, que ni pedía ni agradecía el gesto de los niños; se le caía
cualquier objeto, derribaba sin querer una pila de libros o perdía el lápiz con
el que iba a escribir, cada uno de los niños respondió en pocos segundos. Ahora
bien, si esto mismo le ocurría al experimentador de forma intencionada: tiraba
la pinza o la pila de libros, los niños dejaban de prestar ayuda. Parece, por
tanto, que para ser altruista, el bebé debe poseer la capacidad de comprender
los objetivos ajenos, además de la “motivación prosocial”, es decir, el deseo
de mantener relaciones sociales.
Demos la vuelta al mundo
La evolución ha permitido a la humanidad crear
herramientas biológicas como el cerebro, culturales como el cuento, técnicas,
científicas…, para llegar a encontrarnos en una época de alta calidad, salvo en
lo social y en lo ecológico, donde la calidad pasa a ser muy deficiente, a
pesar de que desde el principio ese fue el principal motivo para la evolución
estable de la humanidad.
La antigua evolución seleccionadora de genes, al
fabricar los cerebros, proveyó un nuevo «caldo» en el que surgieron los
primeros memes culturales. El nuevo caldo es el caldo de la cultura humana,
pero está alcanzando un cambio evolutivo a una velocidad que deja al antiguo
gen jadeante y muy atrás. Cuando estos memes, en forma de cuento maravilloso,
fueron capaces de hacer copias de sí mismos, se inició su propio y más
acelerado tipo de evolución. Si el meme es una idea del mundo que desearíamos
concebir, su difusión dependerá de cuan aceptable sea para la población. La
construcción del cuento maravilloso tal y como fue concebido nos servirá como
poderosa herramienta para portar dicha idea y alcanzar una evolución
social consciente. Aprendamos del cuento y utilicémoslo para favorecer la
evolución que deseamos, LA CULTURA ES NUESTRA CRIATURA.
BIBLIOGRAFÍA:
- El texto infinito. Ensayos sobre el cuento popular, Antonio Rodríguez Almodóvar.
- Los Cuentos Populares o la tentativa de un Texto Infinito, Antonio Rodríguez Almodóvar. Secretariado De Publicaciones De La Universidad De Murcia, 1989
- Morfología del Cuento, Vladimir Propp
- El gen egoísta. Las bases biológicas de nuestra conducta, Richard Dawkins
- Las raíces históricas del cuento, Vladimir Propp
- Pensamiento sobre sociedad, economía, filosofía y política, Francisca Martin-Cano Abreu.
- La Antigua Grecia y el futuro, Bernardo Souvirón
“El ser humano es una parte del todo que denominamos “Universo”, una parte
limitada en el tiempo y en el espacio. Tiene una experiencia de sí mismo, de
sus pensamientos y sentimientos como algo que está separado del resto del
Universo, lo cual es una especie de ilusión óptica de su conciencia. Esta
ilusión constituye una prisión, limitándonos a nuestros deseos personales
y a un afecto por unas cuantas personas que sentimos más próximas. Nuestra
tarea debería ser la de liberarnos de esta prisión, ampliando nuestro círculo
de compasión para incluir a todas las criaturas vivientes y a la naturaleza
entera en toda su belleza.” Albert Einstein