“La PERMACULTURA es el diseño consciente de hábitats humanos productivos que tienen la diversidad, la estabilidad y la adaptabilidad de los ecosistemas naturales. Consiste en la integración armoniosa del paisaje y las personas, para proveer sus alimentos, su energía, su cobijo, y otras necesidades materiales y no materiales de una manera sostenible”

“Bill Mollison” Co-fundador de la Permacultura.

viernes, 8 de marzo de 2013

La etica en la permacultura y el cuento maravilloso



LA ÉTICA EN LA PERMACULTURA

La Permacultura es un sistema de diseño para la creación de medioambientes humanos sostenibles. En un hábitat diseñado según los principios de la permacultura se aplican éticas y principios de diseño combinando la vida de los seres humanos de manera respetuosa y beneficiosa con la de los animales y las plantas, para proveer las necesidades de todos de forma efectiva. La ética de la permacultura se ocupa de todos los aspectos de los sistemas medioambientales, comunitarios y económicos. La clave es la cooperación, no la competición. 

En este artículo se desarrolla la hipótesis de que los 3 Principios de la Ética en PermaCultura: cuidar la tierra, cuidar las personas y repartir recursos, se encuentran subyacentes en el cuento Maravilloso a través de la triple implicación: persona-grupo social-naturaleza. Y que este fue inventado por la Sociedad Minoica, sociedad matriarcal, pacífica y sumamente evolucionada, que gobernó durante 4 milenios entregada e integrada por entero a la Naturaleza.

La Sociedad Minoica: origen del cuento maravilloso.

“El cuento maravilloso constituye el modelo más perfecto inventado por la humanidad como tentativa de un texto infinito, que lo diga y que lo explique todo, en cada tiempo y en cada circunstancia. El cuento popular viene a significar el eslabón perdido de una cadena que, por un lado nos conduce a los conflictos fundamentales de la sociedad, a lo largo de toda su historia, y, por otro, a los conflictos internos de la personalidad, existiendo razones suficientes para entender que la relación entre ambos aspectos no es metafórica, sino real. La estructura del cuento popular  y muy especialmente el cuento maravilloso, es de una solidez que ha desafiado el paso de los siglos y seguirá haciéndolo mientras perviva”. El texto infinito. Ensayos sobre el cuento popular, Antonio Rodríguez Almodóvar

Iniciamos el viaje  en la Civilización Minoica, donde localizo el origen del cuento maravilloso, surgido como método de aprendizaje y de toma de consciencia social con la base ética de la Permacultura como hilo conductor _ los 3 principios de la ética de la permacultura: cuidar la tierra, cuidar las personas y repartir recursos; reflejados en la triple implicación del cuento maravilloso: persona-grupo social-naturaleza_ en una época de matriarcado, ecología y sociedad.

 Introducción: enclave geográfico y evolutivo

Para comenzar, es importante describir el enclave de la Civilización Minoica: fue una civilización floreciente en Creta (3500 adne) cuyo predominio e influencia en el mundo Egeo son manifiestos, con una evolución en la Edad del Bronce muy distinta y propia. Descubridoras de la agricultura, introdujeron la metalurgia y la utilización de herramientas, utensilios de piedra y arcilla. Llegaron a poseer una sólida base económica con una población densa, agricultura y ganadería muy productivas. Crearon una potente flota (talasocracia) comercial y no guerrera, favorecida tanto por su situación insular, como por su posición estratégica: ubicada en el centro de la comunicación marítima entre Asia, Europa y África, sus productos manufacturados y su escasez de materias primas metálicas. El comercio se veía favorecido por la fabricación y exportación de productos de lujo en oro, plata, cerámicas y tejidos. Su sociedad presentaba una fuerte especialización: escribas, carpinteras, pastoras, agricultoras, escultoras, vidrieras, alfareras, orfebres, herreras, curtidoras, tejedoras, pintoras, etc..; Descubridoras de la lengua y la escritura, divisible esta ultima en dos etapas: jeroglífica y silábico Lineal A, ambas de origen propio.

Es importante resaltar  en paralelo los factores evolutivos que favorecieron al nacimiento del cuento, convergiendo como si fueran partes de un proyecto común. Por un lado, el determinante papel que juega la comunicación para la evolución, ya que se desarrolla en mutuo beneficio del que envía y el que recibe el mensaje. El descubrimiento de la lengua, surgida para cubrir la necesidad básica de comunicación oral entre madre e hij@s, supuso un enorme salto cualitativo para la evolución social de la humanidad. 
Por otro lado, cabe destacar que la evolución favorece a los individuos que poseen la capacidad de la simulación, aventajando a los individuos que pueden simular el futuro un salto por delante de los que solo pueden aprender sobre la base del ensayo, ya que la simulación resulta más rápida y más certera.
La evolución de la capacidad de simular parece haber tenido su culminación en el conocimiento subjetivo. La conciencia puede ser considerada como la culminación de una tendencia evolutiva hacia la emancipación de las personas en su calidad de ejecutivas que toman decisiones.

Esta psicología natural para predecir que podía a suceder en el mundo social, fue detectada por la Sociedad Minoica, que identifico la emancipación individual y colectiva, como factor imprescindible en la formación del yo, e invento los cuentos y utilizo los mitos para su puesta en práctica permitiendo así auto-construirse su propia actividad iniciática.
La investigación sobre las relaciones del cuento, el inconsciente y los sueños, alumbra lo que serían nexos -imperfectamente conocidos todavía- entre los procesos de simbolización social que van depositándose en el inconsciente colectivo a través de los mitos y los cuentos populares, y la formación del yo.

Distintos estudios realizados sobre los cuentos maravillosos determinan que la relación entre cuento y lengua, es una homología, encontrando importantes analogías con otros niveles del lenguaje –el fonológico- tal vez lograda, por necesidades de la memoria colectiva o tal vez, porque acaso la estructura de la mente lo requiere de igual manera, como canon elemental para la comprensión del mundo.

El cerebro humano desarrolló la mente para experimentar de forma fácil “para l@ usuari@”. La mente es como una máquina virtual de soporte lógico que simula la ilusión de un procesador en serie “una cosa-después-de-otra”. Siguiendo este mismo patrón, la forma en cómo se suceden las funciones en el cuento; La estructura natural del cuento se sucede, gracias a la función, siguiendo el patrón “en serie” utilizado por la mente. El cuento facilita el conocimiento de antiguas creencias, ritos, costumbres, utilizando para ello la función (acción de un personaje definido desde el punto de vista de su significación en el desarrollo de la intriga), que actúa como unidad mínima indivisible, de número limitado y cuya sucesión es siempre idéntica.

Asentamiento de la población

El descubrimiento de la agricultura por la Sociedad Minoica  permitió el paso del nomadismo al sedentarismo de la población, cada familia poseía una parcela de tierra que trabajaban para sí mismas. Durante la C. Minoica estuvo vigente una sociedad matriarcal pacifica, vivían en placidas comunidades sin guerras, la paz reinante es una de las características más particular, en la que lo femenino jugaba el principal papel en el mundo social y les llevo a no fortificar sus asentamientos, ocupando llanuras y lugares abiertos y desprotegidos alrededor de un edificio central donde se reunían para celebrar fiestas en las que solicitar a la Diosa Naturaleza que ejerciese su función de protección sobre los campos, para que produjeran ricas cosechas y las asegurase contra las inclemencias del tiempo, así como para impartir justicia y celebrar ferias comerciales.  La sensación del palacio Minoico es la de un laberinto1, se trata de un complejo civil al servicio de la sociedad, caracterizado por peculiaridades que no se encuentran en ninguna otra civilización en el mundo: colocación y extensión del espacio orgánicamente a partir de un área central abierta, un patio, conservando la forma colectiva de organización social neolítica. El templo del palacio minoico lo conforman pequeñas dependencias-santuarios que ocupan un lugar marginal dentro del palacio, reproduciendo y recordando las cavernas, concordando con el hecho de que los ritos se celebraban en las cuevas.
En este escenario surge el cuento maravilloso, su estructura natural vendría a tratar de aliviar estas limitaciones psicológicas e históricas sociales en la tentativa más antigua -y absolutamente presente en todos los pueblos, de explicarse lo desconocido -la muerte- pero sin perder ni por un momento la relación con lo real a través de la estructura de la mente, del lenguaje, del Cuento Maravilloso. Todos los factores importantes demandados por la naturaleza eran tratados en la sociedad Minoica, de la importancia que supuso para esta civilización el establecimiento de la exogamia en su sociedad, se hace eco el cuento maravilloso, que nos relata como preparaban a la población para su iniciación en las relaciones sexuales y familiares y como se castigaba el incesto en los ritos de iniciación que realizaban en el palacio.
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1Laberinto, denominación de origen indoeuropeo, no se sabe si se aplicaba al conjunto del palacio o a una sala donde se danzaba una compleja danza (del laberinto), parte del ritual de la Gran Diosa Madre, también conocida como la Gran Dama del Laberinto, entre la luz y las tinieblas (vida y muerte), cuyos pasos estaban dibujados en el suelo marcando la dirección del baile


Todos los factores importantes demandados por la naturaleza eran tratados en la sociedad Minoica, de la importancia que supuso para esta civilización el establecimiento de la exogamia en su sociedad, se hace eco el cuento maravilloso, que nos relata como preparaban a la población para su iniciación en las relaciones sexuales y familiares y como se castigaba el incesto en los ritos de iniciación que realizaban en el palacio.
Aparece en el mundo un nuevo tipo de estabilidad, la organización exógama, como tendencia evolucionista hacia una mayor longevidad de la población. La mujer, altamente gregaria, es consciente que la fabricación del cuerpo es una empresa cooperativa sumamente intrincada, tanto entre las personas que la componen (la sociedad), como con el entorno (la naturaleza). Este modelo de combinación es favorecido por la selección beneficiando a los genes que cooperan unos con otros. Deja de ser valedero este modelo cuando los individuos implicados son parientes cercanos —hermanos y hermanas, primos, padres e hijos— debido a que los parientes comparten una proporción sustancial de sus genes. La evolución considera el  factor de la exogamia de importancia vital para la especie humana.
Los tabúes relativos a los incestos testifican el alto grado de conciencia de parentesco que poseen las personas, subrayando que un incesto entre parientes próximos no es sólo levemente perjudicial. Es potencialmente catastrófico. El legado cultural aportado por la población humana sobre la conciencia exógama y su importancia evolutiva queda reflejado en las costumbres y los rituales tribales, que subrayan, a menudo, el parentesco. La adoración de los antepasados se encuentra ampliamente difundida y las obligaciones y lealtades familiares dominan una gran parte de la vida. 
Utilizando en todas las celebraciones el cuento como eficaz colaborador en la lucha contra el miedo a la muerte, parte sustancial de esos ritos son los de iniciación de los adolescentes en los secretos de la tribu, y los del culto a los muertos. Existen otros mensajes codificados en la misma estructura y referidos al nacimiento de la sociedad y a su fundamentación, que son la base de los Cuentos Maravillosos, así como determinados contenidos ideológicos acerca de la familia y su constitución, que a su vez se vinculan directamente con las relaciones sexuales, codificadas a través de complejos símbolos. [Se han encontrado que rituales de la cultura minoica implican la relación del toro (animal de gran carga sexual, erótica y fertilizadora)2]. 
Es preciso añadir que la naturaleza ideológica de los factores familiares y sexuales, esto es, la relatividad de tales fundamentos sociales, es precisamente lo que le da vida interna a estos cuentos, lo que produce su movimiento. En el cuento todo tiene un sentido, más o menos oculto, más o menos evolucionado a partir de antiguas creencias, ritos, costumbres, a través de los cuales la humanidad se ha forjado a sí misma dejando en la tradición oral el testimonio de un camino quizás demasiado largo para lo poco que lo estimamos.
Todo ello fue dejando en los cuentos maravillosos huellas imborrables, particularmente en el plano de las relaciones sociales, susceptibles de ser analizados como símbolos del inconsciente colectivo.


2 El popular fresco “Mujer saltando el toro” de la Civilización Minoica se puede ver en monedas de 2€ que circulan en la actualidad.

Caida del mundo pacifico

El arte minoico se reveló vitalista, curvilíneo, asomado por entero a la Naturaleza y con un refinado gusto, totalmente impregnado por el respeto profundo del pueblo por la Naturaleza. La Civilización Minoica alcanzó tal esplendor que permitió exportar su modo de cultura a todo el Egeo gracias a sus contactos comerciales, ya que eran poseedoras de una gran flota comercial.
De este modo, el cuento, actuando como meme cultural, inicio su expansión por toda la geografía indoeuropea y más allá, llegando a  alcanzar los más lejanos rincones del planeta. Se encuentran versiones y motivos repartidos por toda la geografía de alcance indoeuropeo, y más allá incluso, pero guardando y protegiendo celosamente un esquema narrativo de fondo bastante rígido, en lo cual son cómplices sin saberlo todos los narradores de esta literatura.
 Las contradicciones históricas que sufren todos los pueblos  les llevan a producir historias y mitos semejantes, tanto más cuanto más próximos estén unos de otros, como fue el caso de los pueblos indoeuropeos en su amplísima dispersión geográfica.

El activo comercio de Creta despertó la ambición de los griegos micénicos, quienes acabaron conquistando la isla con la ayuda de los luvitas, poseedores de gran fuerza física y escaso intelecto que pudieron haber llegado a la isla pero que no se impusieron en un principio, sino que se vieron absorbidos por la cultura Minoica. Se impone la ley del más fuerte. Comienza la constitución de la sociedad patriarcal y con ella la aparición de la guerra (1400 adne), época de la que datan las primeras tumbas en las que los muertos son enterrados con tesoros, esclav@s y concubin@s (posiblemente  enterrad@s viv@s).

El orden ecológico e integrador desaparece fracturando radicalmente la trayectoria de la humanidad, comienza la historia de los poseedores y los desposeídos. Pero la estructura del cuento maravilloso había fraguado, latiendo imparablemente. De esa misma fractura surgió, como sentido de rebeldía contra un sistema injusto en la distribución de la riqueza, la formación de la conciencia crítica del pueblo desposeído: la razón, el derecho y la libertad. La existencia del cuento popular, burlando fronteras lingüísticas y políticas, era el camino que, en plena turbulencia social, la humanidad pudo recorrer para dotarse de un discurso explicativo común de lo que estaba pasando, a modo de terapia para no enloquecer colectivamente. En el nuevo orden la sociedad es una abstracción donde el individuo tiende a perderse, nada es si no tiene bienes propios, y toda explicación a cuanto le sucede se remite a después de la muerte, donde están los dioses poseedores de la verdad.
El contenido psicológico en los cuentos se induce del ya mencionado enfrentamiento del individuo con la sociedad, una vez rota la cadena de la cultura ecológica que lo integraba con su grupo y con la naturaleza inmediata. Esa lucha revestirá íntimamente multitud de formas, todas ellas presididas por la necesidad de incorporarse a la sociedad -representada en primera instancia por el grupo familiar-, sin renunciar a su yo, y construyendo, a través de los cuentos, su propio camino imaginario.  Surgen los cuentos de costumbres y de animales representando una nueva etapa de la humanidad.

Cuentos de costumbres: Los cuentos de costumbres, desarrollan un argumento –muchas veces satírico y humorístico- dentro de unas determinadas circunstancias históricas y sociales, proporcionando una imagen crítica de ellas. Entre las costumbres recogidas por estos cuentos las hay de dos tipos: arcaicas y modernas. El enfrentamiento entre dichas concepciones arcaicas y modernas y, posteriormente, la no aceptación por una parte de la sociedad de los nuevos valores instituidos, configuran la dialéctica del cuento, el motor de sus intrigas y la explicación a su sentido más profundo. Representan los cuentos de costumbres, en consecuencia, una fase históricamente más avanzada de la humanidad que la que representan los cuentos maravillosos.

A pesar de que desde el inicio de la cultura humana la mujer había ejercido el poder político,  y económico, en un momento dado se la desplazó del ejercicio del poder y de la actividad productiva, se la relegó a segundo plano y empezó a desempeñar un papel subordinado, se produjo la implementación de la familia patriarcal y a la vez que la sociedad modificó sus actitudes pacíficas y emergieron conductas violentas y guerreras.

«Miedo de los hombres al poderío secreto de las mujeres».

La cultura toda se reorganizó y produjo nuevas creencias y actitudes, especialmente en los hombres, que veían peligrar su status. Así surgió la misoginia. Ahí aparecerán los cuentos clasificados en el ciclo de las «Mujeres difíciles» o «taimadas», según la nomenclatura internacional.
Hemos de examinar la dimensión erótica del problema que supuso el culto a la virginidad y la desaparición de las prácticas de adiestramiento sexual para adolescentes. La práctica sexual queda reservada, institucionalmente, al matrimonio, generándose así una gran cantidad de distorsiones psicológicas -incluidas las del seno familiar entre padres e hijos-, además de instituciones marginales como la prostitución, que vendrá a prestar nuevos bríos a la cuestión de la honra. Conviene saber, además, que la línea dinástica de la mujer resultaba de mucha mayor garantía, partiendo de la garantía máxima que era la doncellez. Esta garantía, basada en la previa de la virginidad, al mismo tiempo servía al consorte como prueba de legitimidad de su propia descendencia. Ello requería que la mujer continuara en un régimen de enclaustramiento y de control, aún después de casada. Su valor como símbolo, no obstante, se prolonga hasta nuestros días.

En cuanto a los conflictos sociales surgidos alrededor de la propiedad de la tierra, inevitablemente surgió la clase de los desheredados, que pronto fue mucho mayor que la de los propietarios. Todos los cuentos con un protagonista de matiz picaresco o con un claro enfrentamiento entre los que poseen y los que no, están agrupados en el ciclo de «Pícaros y de pobres y ricos». La caricatura final de esta dialéctica en todas sus formas (las de la propiedad y las del sexo, principalmente) motivan los cuentos de tontos, que resultan los más modernos y los más grotescos, como corresponde a una visión popular mucho más segura de su disentimiento de un sistema social que todo se lo concede al que ya lo tiene todo, y todo quiere quitárselo, incluso la dignidad, al que nada tiene.

Los cuentos de animales, son aquellos cuentos de tradición oral cuyos protagonistas son principalmente animales que hablan, sin ser personas metamorfoseadas. Esos animales, tanto domésticos como salvajes, pertenecen al hábitat humano, y quieren asemejarse en su comportamiento a los hombres. Los argumentos se deben al móvil principal del hambre, y la ley que los rige es la ley natural de la supervivencia. Como ingrediente humorístico habitual poseen la ruptura del tabú escatológico. Carecen de moraleja o de otras formas de remate sentencioso, salvo que éste tenga un carácter fundamentalmente humorístico.

La descomposición de los cuentos

La literatura culta bebió siempre de este acervo popular -nunca al revés-, modificando elementos a su antojo o en consonancia con los gustos y necesidades de cada época. Los moralistas burgueses, desde mediados del XIX, sobre todo, han cercenado, silenciado y modificado a placer lo que la sabiduría popular había ido acumulando pacientemente a lo largo de siglos, y también transformando con arreglo a sus propias necesidades de cada etapa histórica. Por eso produce hoy esa sensación tan extraña al etnógrafo el acercarse a las recopilaciones que, desde los hermanos Grimm -y aún antes, desde Perrault- circulan por la cultura de élite, como a un algo informe, un verdadero monstruo que apenas tiene que ver con el conjunto, la variedad y la frescura del patrimonio cuentístico popular. Lo más grave: que han desaparecido drásticamente todas aquellas historias que critican o cuestionan las edificantes versiones «modernizadas» de príncipes y princesas; no digamos los divertidos cuentos de costumbres rurales donde se vapulea a la institución matrimonial, a los ricos o a las autoridades políticas. De esos no suele quedar nada. Peor suerte han corrido todavía los divertidísimos y descarnados cuentos de animales, arrinconados por las bondadosas fábulas con moraleja.

En los años sesenta del siglo XX, se produce la degradación y ruptura de la cadena de la transmisión oral, motivada por la presión de la cultura de masas que ha caracterizado a nuestro tiempo. Por suerte, también nos ha caracterizado una cada día más firme voluntad de rescate de señas de identidad, en torno a eso que venimos llamando la cultura ecológica. No parece sino el último bastión contra las alienaciones del alto consumo, que a todos quiere igualarnos, cuando en realidad lo que intenta es destruirnos a todos. Se comprenderá ahora un poco mejor por qué han desaparecido de los repertorios burgueses incluso los cuentos de animales en los que nada más -y nada menos- se ejemplifica la cruda realidad de la lucha por la supervivencia en un mundo más hostil que solidario; donde el orden ecológico e integrador ha sido sustituido por la arbitraria ley del más fuerte. La burguesía asentándose como clase dominante en una sociedad terriblemente injusta para la clase trabajadora, pone en circulación ese mito de doble faz: por un lado, la libertad creadora del artista; por otro, la autenticidad de las manifestaciones culturales del pueblo. La distorsión que ambos criterios, verdaderos tabúes de la cultura oficial, han llevado a cabo en el análisis de las producciones de arte, en general, y de literatura muy en particular. El artista no es especialmente consciente de lo que hace, más bien interviene como portavoz y catalizador del grupo social al que pertenece. El artista es muy consciente de algunos aspectos de su trabajo, como revelan la cantidad de manuscritos cien veces corregidos de cientos de escritores, es la significación final, que depende de la estructura de conjunto, la que a menudo se le escapa (salvo actitudes hipócritas que suelen darse en artistas mediocres), porque en ella interviene el colectivo social, actuando secretamente a través del lenguaje. Junto a esto hay que tener en cuenta también la falta de conciencia y de lucidez de muchos escritores y artistas sobre cuestiones y problemas concretos de la sociedad. Cuanto menor sea esta lucidez, más fácilmente se introducirá en su obra la ideología del grupo dominante. Lo que de ninguna manera pueden admitirse son los dos extremos, ni la libertad absoluta ni la ceguera absoluta en la producción cultural. Tan flagrante contradicción se disfraza algo más durante el XIX, y el XX, cuando se trata de enjuiciar los dos modos de cultura, el culto y el popular, asignándole al primero el atributo de la libertad, y al segundo, aquella autenticidad a la que nos referíamos, que no es sino un eufemismo de ceguera. La burguesía reparte así los papeles porque lo que de verdad le interesa defender es su libertad como clase dominante frente al sometimiento del pueblo.

Teniendo en cuenta que la transmisión cultural es análoga a la transmisión genética en cuanto a que puede dar origen a una forma de evolución, no debemos dar la espalda a este rico legado,  debemos intentar recuperarlo para enriquecernos y ayudarnos a interpretar un mundo como el que tod@s deseamos. En este sentido, el colectivo social, hemos de exigir de la cultura oficial una cultura evolucionada y no sesgada favoreciendo solo a unos pocos, como la que vienen vendiendo.
Parece existir evidencia de que los actos de generosidad humana no son necesariamente productos netos de una moralidad de origen consensual o religioso, sino que pueden tener profundas raíces biológicas en la información almacenada por miles de años en nuestros genes,  muchas veces sustentadas en mecanismos que operan inconsciente y hasta automáticamente. Quizás algunos de ellos puedan ser compartidos con otras especies. Si el comportamiento, tanto el egoísta como el altruista, es el producto de la interacción de genes y ambiente, habrá individuos genéticamente más dispuestos a comportamientos altruistas que otros, pero finalmente la cultura, a través de la educación, tendrán un peso determinante, dando fuerza y expresando nuestros genes y memes egoístas o potenciando la información genética de nuestros genes y memes altruistas.

El altruismo infantil
En un experimento llevado a cabo recientemente por F. Warneken y colaboradores, se presenta evidencia sobre el desarrollo de la “facultad altruista” en el ser humano alrededor de los 18 meses de edad. El experimento que llevó a cabo consistía en situar a niños ante la siguiente escena: el experimentador realizaba una tarea cotidiana tal como colgar ropa mojada en una cuerda y dejaba caer accidentalmente una pinza de la ropa. Los niños a partir de los 18 meses, pero no antes, miraban la cara del experimentador que miraba a su vez a la pinza caída, gateaban rápidamente y tomaban el objeto, poniéndose de pie torpemente para finalmente entregárselo. Una y otra vez, cuando al experimentador, que ni pedía ni agradecía el gesto de los niños; se le caía cualquier objeto, derribaba sin querer una pila de libros o perdía el lápiz con el que iba a escribir, cada uno de los niños respondió en pocos segundos. Ahora bien, si esto mismo le ocurría al experimentador de forma intencionada: tiraba la pinza o la pila de libros, los niños dejaban de prestar ayuda. Parece, por tanto, que para ser altruista, el bebé debe poseer la capacidad de comprender los objetivos ajenos, además de la “motivación prosocial”, es decir, el deseo de mantener relaciones sociales.

Demos la vuelta al mundo

La evolución ha permitido a la humanidad crear herramientas biológicas como el cerebro, culturales como el cuento, técnicas, científicas…, para llegar a encontrarnos en una época de alta calidad, salvo en lo social y en lo ecológico, donde la calidad pasa a ser muy deficiente, a pesar de que desde el principio ese fue el principal motivo para la evolución estable de la humanidad.
La antigua evolución seleccionadora de genes, al fabricar los cerebros, proveyó un nuevo «caldo» en el que surgieron los primeros memes culturales. El nuevo caldo es el caldo de la cultura humana, pero está alcanzando un cambio evolutivo a una velocidad que deja al antiguo gen jadeante y muy atrás. Cuando estos memes, en forma de cuento maravilloso, fueron capaces de hacer copias de sí mismos, se inició su propio y más acelerado tipo de evolución. Si el meme es una idea del mundo que desearíamos concebir, su difusión dependerá de cuan aceptable sea para la población. La construcción del cuento maravilloso tal y como fue concebido nos servirá como poderosa herramienta  para portar dicha idea y alcanzar una evolución social consciente. Aprendamos del cuento y utilicémoslo para favorecer la evolución que deseamos, LA CULTURA ES NUESTRA CRIATURA




BIBLIOGRAFÍA:
  • El texto infinito. Ensayos sobre el cuento popular, Antonio Rodríguez Almodóvar.
  • Los Cuentos Populares o la tentativa de un Texto Infinito, Antonio Rodríguez Almodóvar. Secretariado De Publicaciones De La Universidad De Murcia, 1989
  •  Morfología del CuentoVladimir Propp
  • El gen egoísta. Las bases biológicas de nuestra conducta, Richard Dawkins
  •  Las raíces históricas del cuento, Vladimir Propp
  • Pensamiento sobre sociedad, economía, filosofía y política, Francisca Martin-Cano Abreu.
  •   La Antigua Grecia y el futuro, Bernardo Souvirón



“El ser humano es una parte del todo que denominamos “Universo”, una parte limitada en el tiempo y en el espacio. Tiene una experiencia de sí mismo, de sus pensamientos y sentimientos como algo que está separado del resto del Universo, lo cual es una especie de ilusión óptica de su conciencia. Esta ilusión constituye  una prisión, limitándonos a nuestros deseos personales y a un afecto por unas cuantas personas que sentimos más próximas. Nuestra tarea debería ser la de liberarnos de esta prisión, ampliando nuestro círculo de compasión para incluir a todas las criaturas vivientes y a la naturaleza entera en toda su belleza.” Albert Einstein